Algunas personas disfrutan de encontrar nuevos amantes cada cierto tiempo, con ello disfrutan de la diversidad sexual a grandes niveles y se mantienen atrapados en esa sensación de euforia que nos regala la conquista. Yo también disfruto esa diversidad sexual y saboreo el placer de la mano de muchos amantes distintos, aunque mis amantes en realidad suelen ser juguetes sexuales. Soy una catadora, ese es mi mayor placer y disfruto en conseguir toda clase de juguetes increíbles.
Mi aventura de catar juguetes comenzó cuando mi ex me obsequió un plug anal con cola de unicornio de color turquesa. Cuando lo vi por primera vez supe que me había enamorado totalmente de mi nuevo juguete. La sensación de tener esa pieza profunda en mi ano y a la vez sentir caer entre mis piernas todo aquel hermoso pelaje, era simplemente distinta a cualquier otra sensación que nunca he sentido. La relación con aquella persona terminó, pero me quedé con el plug anal y desde aquel momento me propuse disfrutar de los placeres que pueden darme los juguetes sexuales, o como me gusta llamarlos, mis amantes.
Encontrar algunos de mis amantes se me hacía bastante difícil. En internet había reviews o referencias a esos juguetes, pero las Sex Shops online casi nunca los tenían. Era complicado conseguirlos y perdía demasiado tiempo buscándolos, pero todo cambió cuando me topé con una Sex Shop en Murcia, que prometían localizar por ti juguetes difíciles de conseguir, enviándotelos a donde desees. Aquella era la solución que había estado buscando todo el tiempo y cuando descubrí las pinzas para pezones que emitían electricidad, de la marca Fetish Fantasy, simplemente tuve que tenerlas de inmediato.
Me enviaron a mi nuevo juguete, o debería decir amante, totalmente cubierto, con total discreción, sin revelar por ningún lado lo que había dentro.
Recuerdo que, al volver a casa, me di un largo baño en la tina con agua muy caliente. Mi piel blanca estaba totalmente roja por el calor. Luego de estar totalmente limpia, me sentía lista para probar mi nuevo e inusual juguete sexual.
Salí del baño, me sequé muy bien y saqué algunos de mis juguetes, mi plug anal de cristal en forma de rosa roja, mi vibrador We-Vibe Touch violeta y mi nueva adquisición para pezones. Colocarme aquellas pinzas se me hizo muy fácil, aunque la presión que ejercían sobre mis pezones era demasiado ligera para mi gusto. Lo siguiente fue introducir el plug anal con abundante lubricante, coronando así mi ano con una hermosa flor de cristal. Fue entonces cuando comencé a descubrir las cualidades de mi nuevo amante. Le coloqué frecuencia lenta y el cosquilleo en mis pezones fue instantáneo, enviando un fuerte estremecimiento a mi clítoris. Luego, el We-Vibe Touch se unió a la fiesta, vibrando contra mi centro.
Me corrí en cuestión de segundos con una fuerza que me dejó en blanco un rato. Fue una experiencia increíblemente placentera. Dejando mi cuerpo tan satisfecho que aquella noche pude dormir como un bebé.