La Pussy Experience es una de las fantasías sexuales más universales que existen. Aunque muchos chicos dudan en reconocerlo, todos desean probar aunque sea una vez las bondades de una vagina de juguete. Los más recatados se quedan con la duda, pero los más audaces llegan a Sexy Shop listos para recibir la discreta asesoria de nuestro equipo especializado en el placer.
¿Por qué un juguete sexual para hombres?
Aun en el siglo XXI el tabú entorno al sexo sigue cobrando vigencia. Es un secreto a voces que la sexualidad femenina es consentida con todo tipo de juguetes.
Y es una gran contradicción que siendo las mujeres las más reprimidas en torno a la sexualidad y sus diferentes formas de expresión, se normalice el uso de vibradores, lubricantes, y juguetes. Ya los encontramos en todos lados, el mercadeo ha ocupado los espacios más insólitos para difundir y promover el placer sexual con un aire de modernidad y entretenimiento.
Pero, ¿por qué algo tan normalizado como la masturbación masculina no cuenta con una gama amplia y difundida de artilugios para el orgasmo? Quizás la respuesta está en que todos suponemos que para los chicos es mucho más fácil lidiar con la soledad. Y está sobrentendido que pueden darse un pajazo en cualquier lugar con la simple ayuda de sus manos sin necesidad de una Pussy Experience.
«Es curioso, porque la masturbación masculina ha estado más socialmente aceptada que la femenina (aunque en ambos casos ha estado siempre estigmatizada), y los juguetes sexuales para hombres deberían estar más socialmente aceptados que aquellos para mujeres»
Hallie Lieberman, sexóloga y profesora en el Instituto de Tecnología de Georgia (EEUU)
La Pussy Experience Rompe los estigmas
Otra explicación la podemos atribuir a los estigmas. Es muy común que chicas se reúnan para conversar de sexo abiertamente. Cosa contraria en el caso de los varones que son por naturaleza más reservados con la intimidad y además llevan en sus hombros el prejuicio de la homosexualidad.
Los varones evitan a toda costa ser el blanco de las críticas, mientras que las mujeres podríamos decir que hemos estado tanto en el centro del debate que ya ¡nos vale madre!. Y por supuesto está, que no es tan sencillo meterse en el coño como halar la polla.
Los cuestionamientos acerca de las propias capacidades para algo tan básico y abiertamente reconocido en los varones como la masturbación no dejan de hacer mella en el inconsciente de los chicos. Sonaría ridículo que tras toda una vida de conocer tu cuerpo, estés buscando métodos alternativos para mejorar el placer. Sin contar que sería muy extraño escuchar a un compañero en la oficina decir que utiliza juguetes para estimular su punto P. De modo que los juguetes sexuales masculinos son menos aceptados por hombres potencialmente heterosexuales porque son menos abiertos de explorar la sexualidad sin sentirse invadidos.
Es un hecho que vivimos en un mundo donde la liberación femenina en parte se ha medido por la capacidad de hipersexualizar al género. Vinculando el poderío con una dependencia cada vez menor respecto a los varones. Que pone a la sexualidad en un lugar privilegiado al disminuir las brechas entre los orgasmos de hombres y mujeres.
Sin embargo, en una sociedad que transita hacia el autoconocimiento de la mente y el cuerpo. Pensar en mejorar la experiencia sexual masculina desde la experimentación y no desde el tabú es todo un reto para los chicos sin importar su preferencia sexual. Porque estimular la próstata definitivamente no te hace gay pero si te regala un orgasmo de Dioses.
Más allá de las modas y las tendencias en la identidad de género, los varones que crecen en medio del pensamiento postmoderno traen una configuración más amable y abierta respecto al cuerpo y por supuesto respecto a los juguetes sexuales.
Todos quieren la Pussy Experience
Aunque es un cliché, hasta la comunidad masculina sexo genero diversa sabe que se goza dentro de un coño. Y la amplia gama de juguetes para varones que simulan el interior de una vagina se ha sofisticado tecnológicamente para brindar sensaciones que pasan por el bombeo y las presiones aéreas.
Elaboradas en silicona súper suave las vaginas realistas son capaces hasta de reproducir el molde real de actrices famosas. Así es el caso de la Fleshlight Girls Kimmy que además de brindar placer y tener efectos positivos en el control de la eyaculación, reproduce el relieve interior de la vagina de la actriz Kimmy Granger. ¿Increible cierto?
Otro artilugio ideal para la Pussy Experience son las fundas masturbadoras, que cuentan con doble orificio para complementar los juegos orales con la estimulación del cuerpo del pene. Destacada en esta categoría la archi famosa funda Fleshlight Quickshot Vantage que sirve para la masturbación tradicional o para dar una ayudita explosiva a cualquier felación ordinaria.
Pero si lo que quieres es tener una experiencia sexual real, tienes que irte por los juguetes que simulan la succión tanto de la boca como de la vagina. El bombeo es megatónico y las texturas son tan parecidas a las reales que fácilmente dudarás de que te estás masturbando. En esta categoría el ganador para una experiencia de sexo oral digna del metaverso es el Fleshlight Turbo Masturbador Blue Ice. Un juguete que con detalles simula los labios recibiendo a la polla y en su interior con regulación de succión una lengua que te hará ver las estrellas donde sea que te encuentres.
Este juguete es lo más parecido a tener una experiencia de sexo oral. Con todo lujo de detalle, simula la entrada como si fueran los labios y en su interior la lengua. Además, lleva regulación de succión.
