La sensualidad de los pies

La sensualidad de los pies es admirada por muchos y considerada un fetiche. Los pies, objeto de placer, son para algunas personas tan estimulantes como los olores y los sabores de la más exquisita degustación gastronómica.

Aunque pueda parecer un poco extraño, la podofília es uno de los fetiches más comunes que hay. Especialmente para los chicos, que disfrutan del placer de todo lo relacionado a esta importante parte del cuerpo.

Zapatos, pedicure, medias, footjobs, masajes, fotografías y cualquier cosa relacionada explícitamente o no con la sexualidad que tenga que ver con los pies puede ser parte del fetiche. Y es tan común, que muchas personalidades de la industria del entretenimiento asumen abiertamente su predilección por esta práctica tan peculiar.

La sensualidad de los pies, una fuente de placer

Hay quien puede sentirse atraído por los pies de una persona debido a un gran abanico de  razones. Desde el calzado, hasta la interacción directa cuerpo a cuerpo es capaz de llevarnos a un nivel superior de placer cuando dejamos que la mente haga su trabajo.

Pero cuando esta atracción que despierta el interés sexual y genera placer se hace obsesiva, estamos hablando de una parafilia que se conoce como Podofília.

La podofilia es una conducta contemplativa, donde la experiencia sexual de besar, lamer, oler, tocar o ver los pies de la pareja es sinónimo de erotismo y orgasmo.

Se convierte en una parafilia porque es una parte del cuerpo que no está explícitamente relacionada con el sexo y con la que nos obsesionamos para alcanzar el clímax.

No confundas la Amnesia con la Magnesia

De gustos y colores, no han escrito los autores. Y es que la sexualidad da para todo.  La lencería, los olores, los juguetes sexuales, las fantasías prohibidas y los juegos de roles. Cuando destapamos la caja de pandora y nos permitimos experimentar alrededor de la sexualidad, vamos descubriendo distintas cosas que pueden gustarnos en la intimidad.

Esto es absolutamente normal, pero cuando dependemos de estos fetiches obsesivamente  y nuestra respuesta sexual se ve condicionada por estos estímulos estamos ante una

parafilia.

Los comportamientos obsesivos ante la sexualidad se pueden convertir en un gran problema y se hace necesario buscar ayuda profesional ante la dependencia y la sensación de remordimiento.

Algo más de la sensualidad de los pies

La atracción por los pies es una de las más comunes. Aproximadamente 1 de cada 4 caballeros tiene un especial interés por esta parte del cuerpo. 

Otro dato interesante es que no representa ningún problema. Es considerado parte de la salud sexual de la pareja a menos que ocurra una situación de dependencia que requiera del acompañamiento profesional. Contrario a lo que podemos pensar, el fetichista es capaz de brindarte cuidado y caricias del nivel de un spa. La sensualidad de los pies no se limita a lamer o penetrar. Así que una buena pedicure para lucir unas sandalias de verano pueden ser suficiente para que tu chico delire contemplándote en silencio en medio de las multitudes. 

Puede ser tan placentero para la pareja como el uso de juguetes sexuales. Permite la interacción y el doble placer al dar y recibir. De hecho, existen juguetes sexuales con forma de pie elaborados en silicona. Y por si fuera poco algunos cuentan con un agujero en forma de vagina para la penetración por el lado de la planta. Y si pensaste que es una locura, debes saber que durante la pandemia las ventas de este tipo de juguetes se dispararon, acelerando el lanzamiento de nuevos modelos que son todo una obra de arte. 

5 tips para el footjobs

Si aún no lo sabes, existe una práctica bastante popular asociada a la sensualidad de los pies conocida como el footjobs. 

Consiste en la masturbación y penetración vaginal o anal con los pies. Y si hasta este momento no lo conocías, te contamos que hay todo un mundo que gira alrededor de este singular oficio. 

Nuestros expertos de la juguetería para adultos te regalan 5 tips para que tengas un footjobs de lujo!

  1. Utiliza mucho lubricante para que no lastimes a tu pareja y disminuya la fricción.
  2. Relájate y utiliza suavemente tus dedos en las rutinas nuevas. 
  3. Si utilizas los dos pies, júntalos para que tengan un efecto más placentero. 
  4. Descansa o pide ayuda. Recuerda que no estamos acostumbrados a algunas posiciones y puede ser agotador al principio.
  5. No te quedes con lo primero que ves. Busca nuevas maneras de hacerlo, investiga y experimenta.