Pegging, la práctica sexual que los trae locos

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El pegging es una práctica sexual en la cual una mujer penetra el ano de un hombre con ayuda de un consolador que va sujeto a un arnés o a su propia vagina.
En términos de placer físico, la mujer puede obtener una estimulación directa en su vulva a través de la base del consolador. o en el caso de los consoladores dobles mediante penetración vaginal. Si te interesa el cambio de roles strappon, pegging, escríbeme te PAGO MUY BIEN y si querés te lamo y me cojes primero. Hombres de 18 a 50 años. TE ASEGURO QUE VAMOS A GOZAR LOS DOS”

Este es el enunciado de una página de clasificados donde ya sin contemplaciones se promueve el cambio de roles sexuales. Un tema que con la explosión de los derechos igualitarios ya ha dejado de ser tabú. Y se discute en la intimidad de la pareja como un acuerdo más.

Estamos interiorizando que la sexualidad no tiene límites, y que experimentar con ella es un proceso natural que cada quien vive a su propio ritmo. De forma que vamos dialogando con un montón de prácticas, depuramos cuáles nos dan placer y las abrazamos para siempre.

En un tiempo donde el hombre ha dejado de definir su masculinidad demostrando que no es mujer. El conocimiento de su propio cuerpo y sus zonas erógenas ha sido un descubrimiento increíble.  Que le ha llenado de libertad de expresión sexual y de conexión con su naturaleza biológica más instintiva y pura.

Lo digo de esta manera porque el Pegging que un tiempo atrás era visto por la mayoría una práctica homosexual. Ha tomado las habitaciones y los sueños húmedos de los chicos sin importar su género, su identidad ni sus preferencias. Y está ganando muchísima popularidad cada día por el intenso placer que es capaz de generar a todos. Convirtiéndose hoy  en la práctica sexual que más hombres heterosexuales se atreven a probar.

¿De qué trata el Pegging?

El Pegging es una práctica sexual de penetración anal de una mujer hacia un hombre, utilizando un arnés o un juguete sexual. Que se basa en el cambio de los roles tradicionales de dominación y sumisión, y en la exploración de zonas erógenas no habituales en hombres y mujeres.

Es una actividad muy popular que viene sonando desde hace más de dos décadas cuando saltaron a la palestra pública las virtudes del juego erótico en la excitación sexual del hombre y de la estimulación del punto P.

Probablemente ya te estés preguntando cómo disfruta la mujer de ver gemir de placer a su acompañante. Pues en parte, hay que tomar en cuenta que el 70% de todo lo que sucede en la cama tiene que ver con nuestra mente y las percepciones. Algunas mujeres disfrutan tanto jugar que son capaces de llegar con solo hacer volar su imaginación.

Por otra parte, una técnica común es apoyar la base del consolador en los labios vaginales para estimular el clítoris. También debes saber que el strapon o arnés puede venir cargado de consoladores para penetración vaginal o doble. Garantizando que todos tengan una experiencia paradisíaca con este pequeño truco.

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Tu, yo, nosotres, ellas.

Aunque el pegging en su definición, limita únicamente a la penetración anal masculina por parte de una mujer. Debemos reconocer que hoy día los cinturones los usan todes, bien sea solos, acompañados o en multitud.

Sin embargo, en la vida real este juego no es para todos.

No es para personas que detestan el sexo anal, ni que tienen limitaciones físicas o de salud.

No es para hombres con masculinidad frágil, ideas tóxicas o conceptos cuadrados sobre los roles dentro de la pareja. (aunque estas parejas sean homosexuales, porque hay que decir con mucha responsabilidad que las parejas homosexuales también tienen prejuicios y pueden reproducir el patriarcado)

Y tampoco es para quienes no quieren experimentar demasiado con el intercambio de poder en la pareja.

Sin embargo, los expertos dicen que es una buena oportunidad de conocer nuevas formas de estimulación y de conectarte con tu pareja tanto física como emocionalmente.

En un nivel físico, cuando el hombre se da la oportunidad de reconocer sus zonas erógenas y de estimular su punto P. Los orgasmos comienzan a ser más intensos y cargados de sensaciones placenteras que sin duda querrán repetir.

En un nivel social, el pegging les permite a los hombres entender más a fondo lo que las mujeres experimentan durante el sexo y de alguna manera en viceversa.

También, para las mujeres es sumamente atractivo reconocer en su chico la posibilidad del diálogo, la vulnerabilidad y la amplitud de mente respecto a los temas de la pareja. Posiblemente porque habla de una masculinidad que no se fundamenta en los valores patriarcales, sino en el reconocimiento y el respeto de cada quien.

Y finalmente en el nivel de las emociones. Atreverse a experimentar en pareja nuevas formas de disfrute y comunicación. Implica un nivel avanzado de entendimiento, empatía y conexión que fortalece los lazos emocionales.

¿Lo intentamos?

El paso número uno es tener la decisión consensuada. Que ambos conversen las condiciones y deseen hacerlo por mutuo acuerdo. Es importante que sientan seguridad de que no hay presión ni prejuicio de ninguna de las partes.

El número dos tiene que ver con la selección de las condiciones físicas y materiales. Es decir, dónde lo van a realizar, la elección de los juguetes correctos, la lubricación necesaria, el ambiente y el foreplay.

Sin duda que los juegos previos son básicos, porque la mujer debe estimular intensa y constantemente el ano para que se pueda relajar y dilatar.

El uso de lubricante es imprescindible para que el arnés deslice de una forma mucho más agradable. Igualmente, y si el chico lo desea, pueden utilizar un producto para experimentar una penetración libre de dolor y llena de placer.

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