3 enfermedades silenciosas de terror

Halloween  ha conquistado los corazones del niño interior que todos tenemos, disfrazarnos se ha hecho costumbre para celebrar la vida y la juventud.  Pero sí de terror vamos a hablar, hay 3 enfermedades de transmisión sexual, que actúan silenciosamente y  son la causa de nuestros mayores miedos a la hora de la intimidad.  No porque tengan un alto índice de mortalidad per se, sino porque son muy contagiosas, difíciles de combatir y pueden mutar hasta hacerse más complejas. La clamidia, la gonorrea y el herpes genital son los tres mosqueteros capaces de deteriorar tu salud y la de tus seres más amados a pasos vertiginosos.

Muchas enfermedades de transmisión sexual no causan ningún síntoma que puedas notar. Puedes contraer una ETS al tener relaciones sexuales con una persona que no tenga ninguna manifestación y es muy probable que ni siquiera sepa que es portador. 

En sexyshop. es estamos listos para ofrecerte tu mejor disfraz de conejita sexy y los mejores consejos para evitar una ETS en la noche de brujas.

Basta con tener contacto sexual para adquirir cualquier enfermedad.
Basta con tener contacto sexual para adquirir cualquier enfermedad.

 

La  infección por clamidia

Es la más común de las enfermedades de transmisión sexual y su tratamiento es bastante sencillo. 129 millones de nuevas infecciones se registraron en el 2020 en todo el mundo según la Organización mundial de la salud. Y sólo en España hay 39 casos confirmados por cada 100.000 habitantes. 

El verdadero dato curioso es que el 75% de las mujeres y el 50% de los hombres que tienen esta enfermedad en España no presenta ningún síntoma y se ha enterado que es portador, por pruebas de rigor. 

Y aunque su tratamiento es con antibióticos básicos, cuando no lo atendemos puede causar daños graves en el aparato reproductor femenino que compromete a los demás órganos. Especialmente el útero y las trompas de falopio. Las complicaciones van desde enfermedad pélvica inflamatoria, embarazo ectópico o infertilidad.

Además, si la mujer está embarazada, el feto en desarrollo corre riesgo, porque la clamidia puede transmitirse durante el embarazo o el parto y puede provocar infecciones oculares o neumonía en el bebé. 

La bacteria responsable se llama  Chlamydia trachomati y cuando se activa puede causar fiebre, dolor abdominal, ardor al orinar y flujo inusual del pene o la vagina. 

Para contraerla, basta con tener relaciones sexuales con una persona contagiada, independientemente que este eyacule o no en el caso de los varones. Puede ser vaginal, anal u oral. Y vuelve a dar tantas veces como entre en contacto con el portador independientemente de que haya recibido tratamiento en el pasado.

 

La gonorrea: se disfraza con la capa invisible 

La gonorrea es causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae y la puede propagar cualquier tipo de actividad sexual. El problema de esta bacteria es que prolifera rápidamente en las zonas húmedas y cálidas del cuerpo que son básicamente todas. Incluyendo los conductos urinarios como la uretra, el aparato reproductor femenino y hasta en los ojos.

Los factores de riesgo son similares a las demás ETS, la promiscuidad, el consumo de drogas y la falta de protección con preservativo son las causas más comunes de contagio entre personas jóvenes. 

Un punto para estar alertas es que los síntomas son parecidos a una infección de orina. Dolor o ardor al orinar, escozor anal (si es el caso),  secreción blanca o amarillenta, sangrado vaginal entre períodos en el caso de las chicas y dolor de testículos en algunos chicos. 

 El problema de las enfermedades silentes es que avanzan sin clemencia. En el caso de los varones, la gonorrea puede causar la inflamación de la próstata o de los conductos que transportan y almacenan la esperma. Mientras que en las mujeres puede convertirse en una inflamación grave del endometrio, puede provocar bartolinitis o infertilidad. 

 

El Herpes Genital: Mención de honor en las enfermedades terroríficas.

Entre el 10 y el 15% de los españoles adultos tiene herpes genital y según el Dr. Juan Ballesteros del Centro Sanitario Sandoval de Madrid, ha existido un significativo crecimiento de este porcentaje respecto a los años anteriores debido a que los adultos jóvenes están utilizando menos preservativos. 

Las personas que padecen esta enfermedad afirman que afecta el 93% de su vida íntima y que es muy difícil comunicarle a sus allegados que la tienen. En otras palabras, la mayoría lleva su cruz en silencio, pese a que los síntomas de los brotes de esta enfermedad son todo un calvario. 

El herpes genital es una infección contagiosa causada por un virus que tiene dos cepas, la cepa de Herpes simple tipo 1 y la cepa de Herpes simple tipo 2.  Ambas se transmiten por contacto y se pueden manifestar alrededor de la boca o los genitales.

Infección uterina derivada de una ETS

Una persona puede durar mucho tiempo siendo portadora y no saber que tiene la enfermedad hasta que se da un brote. Pero cuando se da el brote es inevitable darse cuenta porque se manifiesta alrededor del ano o los genitales. Empieza con una comezón, con tirantez en la piel y escozor. Luego se forman una especie de ampollas rellenas de líquido que se convierten en úlceras superficiales y supurantes bastante dolorosas. Finalmente se empiezan a secar formando una cicatriz. 

El primer brote es terrible, porque no entendemos lo que sucede y cada decisión nuestra empeora la situación. En los brotes posteriores es más llevadero porque aprendemos a cuidar  nuestros cambios hormonales, nuestro humor, la forma de aseo y evitamos el roce. Es decir, ya sabemos de qué se trata y lo empezamos a tratar desde el principio. 

Lo que hace a esta enfermedad una experiencia de terror es que una vez que nos contagiamos, no desaparece jamás. Puede ser que tengamos muchos años de nuestras vidas siendo portadores sin saberlo, pero una vez que se manifiesta puede volver a aparecer.

Es una enfermedad peligrosa en las mujeres porque la inflamación de las mucosas vaginales puede derivar en cáncer. Y el estrés crónico o agudo puede provocar terribles brotes. 

 

Las reglas de oro con las enfermedades de terror. 

Las Enfermedades de transmisión sexual, todas significan un problema para la salud. A pesar de que no todas representan una amenaza estética que impacte nuestra autoestima.  Claramente son un importante factor de riesgo para enfermedades graves y para las personas con quien nos vamos a la cama. 

  • Usar preservativo, es quizás la norma más eficaz que hemos encontrado hasta el momento para evitar los riesgos de contagio por penetración. Pero no debemos olvidar que cuando hacemos sexo oral exponemos nuestra boca a las enfermedades que pueda tener la otra persona. 
  • Evitar la promiscuidad es un punto importante tanto para las personas sanas como para el portador. Porque se trata de evitar la propagación de estas enfermedades entre las personas. 
  • El aseo personal, juega también un papel muy importante en la intimidad. Cuando somos aseados, podemos identificar cualquier irregularidad en nuestros genitales y accionar a tiempo para evitar mayores daños. 
  • Usa tus juguetes sexuales, sin ningun problema, pero asegúrate de asearlos muy bien antes de guardarlos o compartirlos con tu pareja. Los dildos, vibradores, succionadores y demás juguetes son artículos de uso personal, tan privados como el cepillo de dientes.
  • Realiza control periódico con tu especialista y pruebas de rutina para descartar la presencia de cualquier tipo de ETS.

Ninguna enfermedad de transmisión sexual es discapacitante en la actualidad. La tecnología en la medicina ha permitido que bajo control y tratamiento adecuado, cualquier persona pueda llevar una vida absolutamente normal. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que estar atentos de nuestra salud sexual nos permitirá cuidar a nuestros seres amados y tener relaciones más placenteras en la intimidad.